Club Baloncesto Solares 56 – 77 Unicaja de Málaga

Jornada 4. Me pongo a escribir la última reflexión del Campeonato de España Infantil una semana después de volver del mismo y de acabar de ver la final de la ACB, el tiempo necesario para asimilar todo lo que nos ha pasado esos días por Lugo, sobre todo deportivamente pero más aún humanamente.

Estos viajes, estos dias todos juntos, te sirven para sacar muchas reflexiones como saber a qué nivel estamos compitiendo contra los mejores de otras comunidades, y podemos decir que estamos a un nivel muy alto pero sobre todo para conocer un poquito más a cada uno de mis jugadores en el día a día, saber como actúan, saber inquietudes de ellos, que hacen cuando no están en una pista o cuando no puedo observarlos en el día a día, como si de un “Gran Hermano” se tratará, y esto me sorprende y me agrada aún más que como son a nivel deportivo, sobre todo observando su nivel de madurez con respecto al año pasado y es que, los años pasan para todos.

Dicen que “no hay almohada más blanda que una conciencia tranquila”, y la nuestra creo que ahora mismo nuestra almohada está muy muy blanda. Por fin consigo ver las cosas desde otra perspectiva, mejor dicho, desde otra posición, la decimocuarta, nuestro resultado final, DECIMOCUARTOS DE ESPAÑA. Por fin, el descanso de nuestros guerreros es más que merecido aunque… no nos hubiese importado quedarnos algún día más.

He de reconocer que ahora mismo me siento raro, echo de menos la cama de nuestro hotel y el ruido de las habitaciones de al lado, siento que me falta algo que creo que tampoco añoraré durante mucho más tiempo pero en este momento si, necesitó oír bromas, necesito contar chistes malos, necesito ver la cara de satisfacción de cada uno de los jugadores, necesito pensar en lo que nos vendrá mañana, necesito no olvidar cada uno de los momentos vividos… todo pasa tan rápido que necesito disfrutarlo y así lo estoy haciendo.

También, en estos siete días me he dado cuenta de la repercusión que hemos tenido, primero en nuestro pequeño municipio y después en nuestra pequeña comunidad, son muchos los mensajes que me han llegado de una forma u otra por el buen trabajo realizado, es mucha gente la que nos ha seguido por las redes sociales y esto es sinónimo de satisfacción, de entrega, de trabajo de este grupo de chavales encantador y de los otros 10 infantiles que son parte de este grupo, de ellos tampoco quiero olvidarme, pero que obviamente no han podido venir, GRACIAS tambien a ellos.

Si echo la mirada un poco más atrás, os puedo decir que ha sido un año horroroso a nivel personal, desde que empezamos por allá en septiembre la vida me ha golpeado una y otra vez pero no me ha llegado a tumbar, dicen que es difícil vencer a alguien que nunca se rinde y eso es lo que he intentado; os puedo asegurar que uno de los golpes fue casi definitivo, y así han ido pasando los meses, día tras día deseando que llegara un sábado para sólo pensar en baloncesto.

Ahora me viene a la memoria un sueño, en el que un equipo de pueblo se enfrentaba a todo un Unicaja de Málaga, recuerdo que en ese sueño sólo se pedía a los chavales que disfruten con lo que aman, que luchen sin mirar el resultado, que den lo mejor de sí mismo que se han ganado el derecho de seguir soñando. Y así, fue como sucedió, a veces el balón entra o no entra, fallamos en lo que no solemos fallar pero no dejamos de creer hasta el final, competimos hasta donde podíamos competir y acabamos el partido con la cabeza bien alta. Unicaja de Málaga nos ganó pero nosotros no hemos salido derrotados, ENHORABUENA por ese esfuerzo.

Para acabar mi última reflexión, me gustaría destacar a Pablo Jaurena, todo el año codo con codo conmigo ayudándome y apoyandome en todo momento, siempre aportando y sin fallar, ¡GRACIAS PABLO!

Con esto me despido de todos y seguiremos luchando para volver a otro campeonato.